Donde el sueño permanece

Performance durante la apertura por la rehabilitación del Foro en abril de 2008
México D.F, a 8 de enero de 2010
A un año del cierre del Foro Cultural Calpulli-Marina por parte de la Administración de la Unidad Habitacional Marina Nacional, diversos colectivos intentan retomar el espacio desde los diversos frentes donde la cultura tiene sus mejores armas.
Mediante la trashumancia y alzando la voz desde otros espacios en pie de lucha, se emprende nuevamente un proyecto que busca incidir desde los distintos ámbitos del quehacer cultural.
El espacio donde apenas en noviembre de 2008 se había realizado el Tercer Encuentro Nacional de Artistas Jóvenes Independientes, con la participación de 300 artistas de 12 estados del país, en donde se conjuntaron las diversas artes y como punto de reflexión y retroalimentación de experiencias colectivas, quedó cerrado luego de que la administradora cambió la chapa para evitar supuestamente que se robaran cosas de la administración.
La estigmatización hacia los jóvenes que organizaron el encuentro, quedó expuesta por parte de la administradora al hacer acusaciones de esta índole. Si no hubo obras que se perdieran de compañeros artistas, quienes enviaron sus cuadros desde entidades como Culiacán, por qué se habrían de extraer el material de desperdicio de metal, fierro, madera, que mejor se utilizaban para cubrir la necesidades del espacio.
Ante la cerrazón para permitir el acceso al foro por parte de la administradora, desconociendo el acuerdo de respetar la vocación cultural de este espacio, así como de considerar a los jóvenes como actores centrales en la consolidación de este proyecto, los colectivos organizaron una jornada cultural a las afueras del Calpulli y aprovecharon para protestar por esta acción arbitraria. Al atardecer del 9 de septiembre se podía escuchar la Radio Calpulli informando sobre el programa de actividades, que incluía música popular, con Andrés Nextitla, proyección de videoclips al fondo de los murales por parte de Cuatropuntos, la presencia de las bandas de Rock y Funk, Carrillo Garage y La llamada de Londres, para cerrar con electro y, si había oportunidad, con una lectura de poesía.
Sin embargo, cuando La llamada de Londres empezaba resonar en los edificios de la Unidad, en los cuerpos de los asistentes, una veintena de policías, llamados por la administradora, bajo la acusación de abrumar a los vecinos por aquél ruido, irrumpieron en el evento. La llamada de Londres siguió tocando, con la tensión de la policía, que estaba discutiendo con un grupo de jóvenes habitantes de la Unidad, pero tuvieron que suspender para evitar que se llevaran a un compañero. No estaba dispuesto a aceptar esto, fui hacia ellos y saqué la revista con uno de mis poemas. Les dije que ya que habían impedido que se leyera un poco de poesía, se las leía ahora a ellos para compartirles un poco de mi descontento. Fue cuando se retiraron. De algún modo se les estaba narrando un capítulo de la atrocidad del mundo y cada cual se vio en su papel. No lo soportaron.
En las semanas posteriores, cuando se reunían, algunos jóvenes de la Unidad fueron acosados y extorsionados por policías que andaban en bicicleta, tanto en la Unidad como a las afueras del Foro. En este fuego a discreción, se planeó una nueva acción. Durante este año, con el Foro Calpulli cerrado, algunos miembros del colectivo habían trabajado en la Comunidad de Jóvenes de San Fernando (Tutelar de Menores) con el proyecto de Cine Alternativo. Esto resultó en la producción de un video documental sobre los jóvenes reclusos, que entonces Javier planteó para proyectarse por primera vez en uno de los espacios públicos de la Unidad. Si tenemos el Foro cerrado, hay que tomar otros espacios, me dijo, reunidos en la reja de malla ciclónica que separa el Calpulli de la Unidad. Y no sólo sentíamos la separación dolorosa que nos apartaba de ese mundo posible, con las puertas abiertas del Foro cultural, sino que sentíamos de pronto las rejas del Tutelar que separaban a los reclusos de nuestra realidad; sentimos nuestras propias cárceles impuestas: las rejas nos sitiaban. Pero el arte y la cultura son formas de liberación concreta y nos ofreció pronto una respuesta.
Fue así que a principios de diciembre, se llevó a cabo Entrerrejas, evento donde, además de estrenarse el documental "Mirada de San Fernando", fueron expuestas las obras plásticas que los jóvenes reclusos habían realizado durante el año en sus talleres de pintura y escultura dentro de la Comunidad de Jóvenes de San Fernando, justamente en el área de juegos de la Unidad, separada por rejas que fueron aprovechadas para colgar los cuadros.
Con la Radio Calpulli se invitó a los vecinos a asistir a la exposición y fueron entrevistados dos funcionarios de la Delegación y de la Procuraduría Social. Al preguntarles si esta actividad cultural implicaba un delito o atentaba contra la comunidad, se abrió una discusión donde se dejó en claro que no sólo estaba permitido, sino que era un derecho. La comunidad también tiene el derecho de organizarse. Si la administradora de la Unidad no convoca a una Asamblea, los vecinos tienen el derecho de constituir una y discutir libremente sobre sus áreas comunes y otros problemas que los atañen.
Nuevamente apareció la policía. En ese momento no se encontraban los funcionarios, pero esta vez estábamos más preparados, pues ya no sólo traíamos la Radio Calpulli, sino la producción de otro documental, la voz es un arma y la cámara también. De esta forma se registró lo que estaba pasando. Javier también había invitado a los profesores de los talleres y mientras eran entrevistados en la Radio Calpulli, una señora acusó a los jóvenes de interrumpir la tranquilidad entre ella y su televisión. Luego de una ardua discusión, algunos vecinos salieron y le pidieron un poco de tolerancia y terminó por retirarse muy enojada, pero ya no se interrumpía la transmisión. Los vecinos se sorprendían de una Santa Muerte hecha en papel, despertó tanto admiración como miedo, pero no dejaba indiferente a nadie.
El Foro hasta el momento continúa cerrado, pero estamos moviendo nuestras conciencias, abriendo puertas hasta encontrar el umbral de una realidad transformadora. Necesitamos llegar con mayor fuerza y más unidos, pero enlazando al mismo tiempo otras experiencias, pues la cultura está sucediendo, en algún lugar un colectivo se organiza. Algo que con el ENAJI se planteaba como encuentro, también confluye en la multiplicación de frentes y propuestas. Con el proyecto de un documental sobre los colectivos culturales, queremos conocer qué se hace más allá de nuestro ámbito inmediato, para poder lograr la apertura de este espacio y difundir en otros lugares, entre más personas, las causas que nos mueven a socializar nuestro pensamiento y formas de acción.
De esta manera hemos partido, como decía Constantino Kavafis, Ítaca no es lo más importante y no regresaremos siendo los mismos, pues seguimos caminando.
Arturo Alvar
Mariana G. Reyes Participante en el Tercer Encuentro Nacional de Artistas Jóvenes Independientes (2008)

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